Winston Churchill dijo alguna vez que “nunca tantos le debieron tanto a tan pocos”. Pues esta cita podría ser utilizada para explicar lo que sucedió en la noche de hoy, sábado. En el estadio Nacional de Ramat Gan jugaron Israel y Rusia en el marco de las Eliminatorias de la Eurocopa, sin embargo el gran beneficiado por el triunfo local fue la selección inglesa que dependía de la ayuda israelí para quedar con posibilidades ciertas de clasificación al torneo continental.
Cuanto se ha escrito y especulado en los días previos al partido: qué los millonarios rusos y en especial Roman Abramovich habían prometido un premio de varias decenas de miles de dólares a cada jugador ruso por clasificar, qué Israel (ya eliminado de la carrera) no tenia por qué luchar y le daría los puntos a los rusos, etc., etc. Del lado inglés también había presión y de repente las estrellas inglesas que ganan millones de dólares elogiaban a los jugadores israelíes. Incluso un multimillonario británico declaró que otorgaría un Mercedes Benz 0 km valorado en 100.000 dólares al jugador israelí que convierta el gol del triunfo.
Los rusos incluso lograron que se cambiase la terna arbitral a último momento y que fuese nombrado el italiano Farina. Fuera de esto, el estadio Ramat Gan fue colmado por miles de hinchas rusos que vinieron en una caravana interminable de aviones charters y a ellos hay que agregar a los multimillonarios rusos que querían ver a su selección clasificarse a la Eurocopa y pagaron mas de 2.000 dólares por un lugar en el palco especial que se construyó para el acontecimiento y que al final de cuentas, entre derechos de TV, propaganda estática y recaudación de entradas dejaron en las arcas de la Asociación de Fútbol Israelí cerca de 1.75 millones de dólares (record en la historia local).
Pero vayamos al partido. Israel sufrió la ausencia de su máxima estrella Yossi Benayun y la del veterano capitán Shimon Guershon por lesiones, aunque puso un equipo joven e inexperimentado pero con muchas ambiciones: Maor Buzaglo (19), la revelación de la liga israelí, debutó en la Mayor. Adema jugaron los jóvenes Ben Sahar (17), Barak Itzjaki (22), Yuval Shpunging y Dekel Keinan (22), junto con Tamir Cohen (23) y los más veteranos como Dudu Aouate en el arco, Tal Ben Haym mejorando mucho en defensa, Gal Alberman robando pelotas en el medio y Elianiv Barda arrancando de atrás y creándole problemas a la defensa rusa.
Todo esto sorprendió al DT ruso, el galardonado holandés Guus Hiddink, que salió con un equipo super ofensivo (3-4-3) con las intenciones de liquidar el pleito y tranquilizar a la hinchada rusa. Pero el tiro le salio por la culata. Porque fue Elianiv Barda, goleador en el fútbol belga, que a los 10 minutos puso el 1-0 a favor de Israel y le trastocó los planes a ese viejo zorro en este tipo de partidos. Israel demostró una vez más que cuando sus jugadores no tienen lo que perder y están sin presión pueden jugar un fútbol técnico y vistoso, y que le pueden jugar de igual a igual a cualquier rival europeo.
Dror Kashtan sorprendió al conjunto ruso con su táctica de los veloces contragolpes. Por eso Hiddink hizo un cambio ya a los 30 de juego cuando el marcador marcaba 1-0, poniendo un volante de armado, el joven Turbinsky que se sumo al 10 Arshavin para seguir presionando sobre la defensa israelí buscando el empate. Este llegó recién a los 16’ del segundo tiempo tras pase de Arshavin a Bilyaletdinov, y donde Dudud Auate no tuvo nada que hacer.
La presión rusa se hizo más constante y el esfuerzo físico hecho por la selección hebrea en el primer tiempo empezó a pasar factura. Kashtan tuvo que mover el banco e incluir a Moti Ojaion en el medio por Buzaglo, a Amit Ben Shoshan por Itzjaki y más tarde a Omer Golan por Ben Sahar. El tiempo corría en contra de la selección rusa que precisaba la victoria y ponía más y más jugadores presionando el área israelí. Pero cuando ya estábamos en las postrimerías del encuentro un error defensivo ruso le permitió al ingresado Omer Golan decretar el 2do. gol israelí que seguramente fue muy festejado en los pubs de Londres y de toda Inglaterra, así como por la hinchada israelí que acompañó con su aliento a su selección durante todo el cotejo.
En síntesis Israel no irá la Eurocopa pero el triunfo de hoy deja sin dudas una cuota de optimismo: la camada de jóvenes tuvo hoy su chance y no la desaprovechó. Quién les dice que para las próximas Eliminatorias de Sudáfrica 2010 se mejore lo hecho en esta campaña.
Desde el Desierto del Neguev para Deportes.co.il
Rubén Friedmann
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